La vinagreta es el complemento ideal que brindará refinamiento a una ensalada, aporta una combinación perfecta entre lo ácido, lo dulce, lo amargo, lo frutal y lo crujiente, para potenciar en sí los distintos ingredientes a utilizar. Siempre se requiere de una exigencia meticulosa en la elección y mezcla de los ingredientes para cada tipo de vinagreta, según la ensalada a preparar.
La proporción de una vinagreta básica es de una parte de vinagre por tres partes de aceite y sal y pimienta al gusto. Es a partir de esta receta que se puede incorporar distintas especias, hierbas, frutos secos y demás ingredientes para un sinfín de opciones. Eso sí es importante que todos los ingredientes estén finamente picados. Una pizca de azúcar realza el sabor de todos los ingredientes y toque de miel puede aportar un toque agridulce.
Es esencial lograr que los ingredientes queden bien mezclados o emulsionados. Se incorpora primeramente el vinagre con los diferentes ingredientes, finalmente se mezcla el aceite para que se integre bien. Tome en cuenta que la sal no se disuelve en el aceite entonces se incorpora al vinagre y es preferible utilizar pimienta recién molida para que aporte más aroma.
Existen distintos tipos de vinagre que varían el sabor como lo son el vinagre de vino, de manzana, de estragón, de jerez y demás. Los vinagres balsámicos son bastante utilizados en combinaciones con tomate. El vinagre blanco es el más fuerte y menos aconsejable.
Como su nombre lo indica la vinagreta es a base de vinagre pero se puede sustituir por jugo de limón o distintos cítricos.
Considere preparar las vinagretas justo antes de servir la ensalada para conservar mejor los sabores y aromas.
Disfrute entonces de crear vinagretas delicadas o sofisticadas para variar sus recetas de ensaladas tradicionales.
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