La ensalada estará completa y con un toque de sofisticación a través de su vinagreta o aliño, pero siempre se tomará en cuenta la calidad y la proporción de los ingredientes que se utilizan.
Los ingredientes más comunes para una vinagreta son el vinagre, aceite, sal y pimienta, aunque también puede incluir mostaza o hierbas frescas u otros condimentos.
Una vinagreta simple será ideal para las ensaladas de lechuga, y su nombre viene precisamente del ingrediente principal que la conforma, el vinagre, con su debida acidez, a veces suave, o potente en algunos casos, pero siempre ligeramente punzante y aromático que realza el sabor de los alimentos.
El vinagre combina de maravilla con el aceite, y mejor aún si es de oliva, perfumará delicadamente la ensalada. Existen diversas variedades de vinagre: de aguardiente, de vino, de sidra, que es ideal para ensaladas con frutas, de arroz o con saborizantes a base de hierbas como el estragón, tomillo o laurel o el de frambuesa o el vinagre de jerez, sin dejar de mencionar el insustituible vinagre balsámico, que es un condimento en sí mismo, que con unas gotas podría ser suficiente para fascinar al paladar, con ese sabor agridulce que lo caracteriza.
Un dato importante es que se debe cuidar el grado de acidez de los productos que conforman la ensalada, como los cítricos, el tomate, las alcaparras y demás, para que al adicionar el vinagre no quede con un gusto tan pronunciado, aunque se recomienda utilizarlo en una proporción de una parte de vinagre por tres o cuatro de aceite o según su intensidad por cantidad de aceite.
Ahora, ¿en qué momento agregamos el vinagre a la vinagreta? Primero se disuelven la sal y la pimienta en el vinagre, porque luego no se deshacen bien en el aceite. Después agregue el aceite y bata o mezcle perfectamente, hasta lograr una correcta emulsión; de manera que más que una fórmula, cuidaremos de agregar el vinagre en su justa medida siguiendo el gusto y aún la intuición.
Publicado por: Euda Morales
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