Para el chef
Mosimann, ser un chef que siempre amanece pensando que es afortunado por ir a
trabajar un día más, resulta sumamente motivante, aun después de 30 años de
carrera profesional y considera que es oportuno regresar unos pasos para de
nuevo aprender las bases de la gastronomía.
Está de más
decir que su carrera es amplia, con más de 50 medallas de oro en competencias
importantes y su experiencia lo ha llevado por todo el mundo, pero fue con su
familia que aprendió a comer los sabores sencillos, aunque siempre bien
preparados y con el mejor sabor.
La gastronomía
es comparable con la arquitectura, porque los arquitectos persiguen la
perfección al igual que los cocineros, quienes miden y calculan todo para
mostrar algo fascinante. Además de cocinar para el servicio de los comensales
es apasionante participar en competencias culinarias, tan tradicionales como
diversas y sorprendentes como lo puede ser crear platillos a base de repollo o
con una mínima cantidad de dinero, pero dando como resultado siempre un plato
único, simple, con bastante sabor.
Entonces, en la
simpleza se puede encontrar el buen gusto. En esta profesión todo es una
experiencia sin final, porque jamás se deja de aprender y abarca largas horas
de trabajo, para lograr el placer de ver superadas las expectativas de los
comensales. Pero hay algo que va más allá y es su deseo por inspirar a los
jóvenes chefs a lograr el deleite de hacer lo que él más disfruta, que es
cocinar.
Publicado por:
Euda Morales. http://www.s21.com.gt/chef/2012/05/12/una-inspiracion-cocina
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