viernes, 13 de mayo de 2011

El té, místico y milenario- Columna Regaliz, sección VIDA siglo XXI

Tomar el té ofrece un momento de placer para disfrutar de sus aromas y sabores únicos,  en respuesta al goce que aporta tan preciada bebida.
Con el nombre de té se conoce a la infusión a base de hojas de un arbusto de flores blancas (Camellia sinensis). La palabra ha pasado del chino dialectal t’e y del mandarín tche a los idiomas occidentales como té.

La infusión del té, por la sutileza de derramar agua caliente sobre las hojas previamente tratadas para este fin, es uno de los deleites y finezas de la gastronomía milenaria oriental, que llegó a Europa como un estimado producto para convertirse en una bebida del diario y apreciada para su bien llamada “hora del té”.

Existen variedades. El negro, de hojas fermentadas en lugares húmedos, ofrece un sabor aromático fuerte. El Oolong es elaborado con brotes semifermentados, es  más fuerte que el verde y más suave que el negro. Ahora, el té verde se elabora con  las hojas verdes y frescas, secadas al sol o industrialmente, que se prepara de forma ligera y suave.

A su vez, existen las infusiones que se toman por sus efectos beneficiosos para el bienestar del organismo. También gozan de popularidad los aromatizados como el Earl Grey creado con té negro perfumado con aceite de bergamota- o los de vainilla, manzana, canela o jazmín, entre otros.
Se conserva en un recipiente hermético y en un lugar fresco. Se calcula una cucharada por taza. Se recomienda utilizar una tetera de porcelana  y usar agua recién hervida que se vierte sobre las hojas para dejar reposar durante unos minutos.

Se incluye armoniosamente en algunas preparaciones culinarias, principalmente en postres como helados, cremas, suflés o mousses. Puede  tomarse caliente o frío, como un deleite al paladar y para disfrutar de un momento sin igual.

Pubicado 13 mayo 2011  http://www.s21.com.gt/vida/2011/05/13/te-mistico-milenario

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