Foto archivo S21. |
Es
verde, delgado, asemeja una espiga y ofrece un sabor similar al puerro, con un
delicado amargor que hace recordar los aromas del campo. Sin olvidar que
mientras más verdes sean, más intenso será su sabor y resultarán aún más
apreciados los que crecen de forma silvestre.
Cada
detalle es cuidado durante su cosecha, justo cuando está a punto de brotar. De
manera que su recolección es uno a uno, despuntados y clasificados según su
grosor, color o tamaño. Así que al seleccionarlos debe adquirirlos frescos,
rectos, crujientes y sin que las puntas estén secas. Es preferible, consumirlos
lo más frescos posible y el mismo día que se adquieren o colocarlos
verticalmente dentro de un recipiente con agua y en refrigeración.
Es
posible dar rienda suelta a la imaginación y preparar como mejor guste. Combina
muy bien con el queso, las salsas blancas, el parmesano y en preparaciones
culinarias como hervidos, salteados, a la parrilla o al vapor.
Son
delicados, por lo que se pelan con cuidado, se cocinan al vapor y en una olla
especial, donde quepan verticalmente, para que los tallos queden en el agua y
sus extremos al vapor para no sobrecocinarse.
Idealmente,
se sirven en una fuente con rejilla para que los espárragos puedan seguir
escurriéndose y sin necesidad de agregar agua para detener su cocción.
Espárragos con naranja y semillas de marañón. En una sartén, derrita mantequilla, agregue una cucharadita de ralladura de naranja, dos cucharadas de semillas de marañón picadas, adicione los espárragos cocinados y condimente con sal y pimienta. Sin más, es difícil ocultar mi predilección por los espárragos.
Publicado por: Euda Morales
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