sábado, 9 de julio de 2011

El nabo, una opción en la cocina. Sección VIDA, Siglo XXI

El nabo es una hortaliza de raíz que ofrece un gusto parecido al repollo, aunque ligeramente dulzón y poco aromático. Ha estado un tanto en el olvido, poco incluido en la dieta, pero en la actualidad tanto su raíz como las hojas están volviendo a cobrar protagonismo, sobre todo al conocerse sus beneficios nutricionales.

El nabo puede ser redondo, ligeramente aplanado; su peso oscila entre 4 onzas y media libra y mide unos 12 centímetros aproximadamente. Es blanco o amarillento y está recubierto por una fina piel con una coloración violeta en la base del cuello. 

El valor nutricional es importante considerarlo a la hora de elegir un alimento. Esta hortaliza es considerada buena fuente de antioxidantes, es baja en calorías y  está compuesta principalmente por agua.

Siempre habrá aspectos a considerar al momento de  comprar nabos. De manera que se elegirán  los  firmes, pesados con respecto a su tamaño, de piel lisa, sin manchas y sin brotes; se evitarán los muy grandes, ya que pueden ser amargos y fibrosos. Si es un manojo de nabos deberán tener cuello verde.

En general, se buscará que las hojas de cualquier hortaliza de raíz estén frescas, verdes y no marchitas. Se eliminan las hojas y se conservan en la refrigeradora en bolsas de plástico perforadas. Si han sido bien elegidos, duran en buenas condiciones alrededor de 3 semanas. Los nabos se lavan y se les retira la piel, hasta el mismo momento de consumirlos, para evitar la pérdida de sus nutrientes.

Los nabos se cocinan, preparan al vapor, al horno o asados; su cocción en agua tarda un poco más que la zanahoria.  A su vez,  permite utilizar  sus hojas que son  altamente nutritivas. Unas recetas sencillas para sorprender son  una  tortilla de huevo y hojas de nabo o una sopa de nabo y papa.

Publicado por: Euda Morales. 8 julio 2011.  http://www.s21.com.gt/vida/2011/07/08/nabo-una-opcion-cocina

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