viernes, 29 de abril de 2011

Sobrantes de verduras y frutas (columna Regaliz, sección VIDA, Siglo XXI)

Son innumerables las ocasiones  en las que sobra comida, por lo que resulta importante reutilizarla para evitar el desperdicio de alimento. 

Es sorprendente  la cantidad de residuos que se desaprovechan diariamente, tanto a nivel industrial como familiar, lo que hace  oportuno  actuar con responsabilidad para contribuir con el  medioambiente.


Un poco de ingenio en el arte de la cocina logrará transformar restos de alimentos en deliciosas comidas. Las verduras son un factor clave en la nutrición, por lo que las sobras pueden ser útiles para  enriquecer sopas, guisados y  preparar distintos platillos como suflés, tartaletas, envueltos en huevo o purés. Los líquidos de los vegetales enlatados aportarán un sabor extra a las salsas. Las  verduras sin utilizar y antes que se dañen, se cocinan, licuan y luego se congelan para usar posteriormente en salsas o sopas.


Con respecto a las frutas, permiten preparar jugos o granizadas, para lo cual se congela parcialmente la fruta y luego se deshace ligeramente con un tenedor, se vuelve a congelar y luego se repite el proceso hasta que forme un granizado. Los purés de manzana o pera complementarán salsas agridulces para acompañar carnes; las cáscaras de los cítricos se secan al sol y se guardan para espolvorear picadas sobre postres, y la cáscara de la piña se puede hervir para preparar un refresco.


Siempre será oportuno aprovechar los vegetales y frutas de temporada. Son generalmente mucho más baratos si se compran los días de mercado, lo que le dará la oportunidad de ahorrar y congelar en porciones para tener listo en el momento cuando tampoco se cuenta con el tiemponecesario.


El secreto está en aprender a variar las comidas para transformar los restos de alimentos y sorprender con comidas distintas, casi engañosas que parezcan  recién preparadas.

Publicado: 29 abril 2011
http://www.s21.com.gt/vida/2011/04/29/sobrantes-verduras-frutas

martes, 26 de abril de 2011

Menos desperdicio y más comida


Ante la preocupación actual por cuidar y mantener el planeta más limpio se puede pensar que todo producto que se usa para cocinar tiene valor, porque alguna persona lo sembró,  fue debidamente cuidado y alguien lo cultivo. De manera que tanto los chefs a nivel profesional como personas a nivel familiar  le da nuevos usos a lo que anteriormente se podría haber ido al bote de la basura.

Es sorprendente la gran cantidad de residuos de alimentos que se desaprovechan diariamente en la industria de alimentos y bebidas  al igual que en las casas de habitación, lo que hace pensar que es necesario crear un compromiso  y lograr implementar unas pequeñas normas para contribuir responsablemente al aprovechamiento de los recursos.

Quizás se desconoce la magnitud del problema consistente en la elevada cantidad  de desperdicio que se llega a acumular y la pregunta es: ¿Cómo se  produce este cuantioso desperdicio? Aunque resulta difícil de imaginar, cabe mencionar que  es la propia comida,  la que llega  a serlo, porque  los alimentos se han empleado erróneamente.  Los resultados publicados en el Perfil Ambiental de Guatemala 2008-2009 de IARNA/URL respecto a la composición de los residuos diarios por persona en 80 municipios de 13 departamentos de Guatemala, refleja que el 35% de los mismos corresponde a restos de alimentos.

De igual manera corresponde utilizar debidamente los recursos naturales para evitar contribuir al daño climático y a su vez, referente a los recursos financieros, se podría observar un incremento en las ganancias  con el debido uso de la materia prima. De igual manera, las poblaciones menos afortunadas y necesitadas de alimentos podrían verse beneficiadas con estos recursos. Según datos de la FAO en América Latina y el Caribe indican que 2 millones de personas pasan hambre y cerca de  9 millones de niños padecen de desnutrición crónica. Esto es suficiente para pensar en posibles soluciones como reducir, reutilizar y reciclar.
Pocos cambios en la forma de vida, pueden hacer una gran diferencia. Si se planifica adecuadamente el menú de la casa, podrá comprarse los ingredientes en las cantidades necesarias y al fomentar el uso de productos de temporada que resultan más frescos y baratos. Las porciones deben ajustarse a un tamaño razonable para que se consuman en su totalidad. A su vez dar la oportunidad a los comensales de escoger las guarniciones para que sean de su gusto y evitar así las sobras en los platos.

La comida que no se termina en el  restaurante, conviene solicitar que se empaque para llevarla a casa, de esta manera se podrá consumir en otro momento. Incluso es una tendencia del momento contar con cajas decorativas para este fin.  Asimismo hay que consumir las sobras de comida en casa, como puede ser aprender a recrear platillos agradables para la cena con los restos de los alimentos del almuerzo.   A manera de ejemplo se puede utilizar el pan que queda en la panera para preparar postres como el tradicional y un tanto olvidado  bocado de la reina o pudín de pan.

El refrigerador es útil, pero cuidado con llenarlo innecesariamente. Evite cargarlo con alimentos o sobrantes que al final se tiran y jamás llegan a ser consumidos.  Igual sucede con la alacena, de manera que antes de salir de compras conviene revisar lo que se tiene, planificar el menú y comprar lo indispensable. Es muy útil escribir una lista para comprar exclusivamente lo requerido para la semana. Será sorprendente a su vez el ahorro que logrará.

Hoy por hoy,  reducir el desperdicio está relacionado a la conveniencia tanto como a la  responsabilidad, de manera que la idea es enfocarse a reducir el desperdicio de restos de alimentos para aprovechar mejor los recursos alimentarios y respetar el ambiente.

martes, 19 de abril de 2011

El encurtido, un sabor de Semana Santa


El encurtido es una técnica culinaria que permite conservar los alimentos por varios días. De manera  que es posible preparar  con antelación, por lo que resulta una comida conveniente para esta época.

Es entonces, el encurtido, un método de conservación que surge antes de la refrigeración y consiste en sumergir o marinar los alimentos en vinagre como  un elemento ácido, en combinación con la sal. Asimismo se adicionan hierbas que aportan sabor y  tienen un efecto antimicrobiano, tales como  el clavo de olor, canela, cordoncillo, ajo, semillas de mostaza, pimienta gorda, laurel y  tomillo.

La calidad de las  verduras es importante, por lo que se seleccionaran sin golpes ni magulladuras y preferiblemente por tamaños similares. Cuide de lavarlas bien, se les quita la cáscara y corta  de igual tamaño para que luzcan agradables. Se cocina cada  hortaliza por separado, tomando en consideración que cada una tiene un tiempo distinto de cocinar. Deberán quedar al dente, es decir cocinadas en su punto justo para que estén crujientes. Para detener la cocción, retire pronto del fuego y pase por agua fría.

El encurtido, como  es familiar en nuestras mesas, se prepara con ejote, coliflor, repollo, zanahoria, arvejas, todo deberá estar debidamente cortado en cuadritos, cebollas perla  enteras y  la  infaltable remolacha   que le aporta el colorido y sabor particular.
Para la salmuera se hierve agua con las especias y la sal, permitiendo que las mismas suelten su olor; ya frío y colado se le agrega el vinagre e introducen  los vegetales cocidos. Es conveniente utilizar  olla de acero inoxidable o vidrio, pero evite los  utensilios de aluminio. 

Se recomienda  dejar curtir preferiblemente de un día para otro, retirar la salmuera, escurrir bien  antes de servir y añadir finalmente  aceite al gusto. El en curtido estará listo, sirva sobre una tostada y a disfrutar!

martes, 12 de abril de 2011

Comidas de cuaresma. Semana Santa en Guatemala


Guatemala ha sabido guardar sus tradiciones a través de los años. Las manifestaciones culturales del país están llenas de colorido, a través de las alfombras de aserrín multicolor y las  comidas especiales para la temporada, además del olor característico a corozo. De manera que la cuaresma y Semana Santa están llenas de costumbres y rituales de gran arraigo familiar.
Se acostumbra guardar los días viernes de cuaresma, cuando no se come carne, pero sí pescado. Es así como los platillos a base de pescado, resultan una exquisitez de la época. Además, existen los platillos que se degustan una vez al año,  por lo que son  ampliamente esperados.
Para el Viernes Santo se elabora el bacalao a la vizcaína, platillo tradicional en Guatemala que fue heredado de los españoles.  La salazón de pescado es una tradición de la dieta mediterránea en respuesta a un método de conservación, cuando no se consigue fresco.
El bacalao a la vizcaína, se considera una comida fina por la calidad de los ingredientes, de acuerdo al   tipo de pescado, aceitunas, chiles morrones, aceite de oliva y alcaparras, además del tomate preferiblemente manzano.
Existe a su vez,  el pescado de cuaresma, como un platillo popular, preparado a base de pescado seco, envuelto en huevo y que se sirve con salsa de tomate, acompañado de papas y arvejas.
Otro manjar infaltable es el encurtido de verduras y remolacha, de un colorido intenso y una acidez particular que le aporta el vinagre. Se prepara con antelación para dar la oportunidad a las familias de participar en las velaciones, procesiones, visita a los altares y tener suficiente tiempo para elaborar las alfombras procesionales.
Además se degustan las pacayas curtidas o envueltas en huevo. Los postres de la época son variados e incluyen las frutas en conserva, garbanzos en dulce y los molletes rellenos de manjar de leche y fécula de maíz.
Las tortas de Semana Santa ocupan a su vez un lugar especial para estos días y la bebida infaltable es el refresco de súchiles a base del fermento de la cáscara de piña, maíz amarillo tostado, panela, anís, pimienta gorda y jengibre.
De manera, que hay opciones para satisfacer todos los gustos!
Publicado: 12 abril 2011 Revisado: 12 abril 2014


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Este obra cuyo autor es Euda Morales está bajo una licencia de Reconocimiento 4.0 Internacional de Creative Commons.

martes, 5 de abril de 2011

¡A comer alimentos agradables!

El menú  se planificará tomando en cuenta el valor nutricional de la comida que se va a servir, pero hay otros aspectos a tomar en consideración para  que los platillos brinden una verdadera experiencia gastronómica.
El reto está en servir  alimentos nutricionales que a la vez ofrezcan un buen sabor y presentación. Se hará entonces hincapié en conseguir comidas que llenen los requerimientos esperados, considerando la edad, sexo, talla, peso y actividad de la persona, para contribuir a  una mejor calidad de vida. Se puede afirmar  que lograr presentar los alimentos de  manera saludable  sí es posible y aún  sin  complicaciones.
Los platos  deben tener equilibrio y servirse de una forma que sea atractiva a la vista, para que éstos por si mismos inviten a ser degustados.  El olor será determinante, al igual que  la forma y la textura  en los distintos ingredientes a servir, para que lo que se coma realmente guste y este lleno de sabores agradables y apetitosos.
Existen distintas sensaciones: dulce, salado, ácido y amargo que se deben combinar en los ingredientes de una preparación para que junto a los colores logren una comida más apetecible. Esto quiere decir que cada plato tendrá diferentes gamas de colores presentados atractivamente  y que reflejaran los  distintos sabores a degustar.
La preparación de las comidas debe realizarse adecuadamente; poniendo énfasis en las diferentes formas de cocinar. Siempre existirá la opción de utilizar métodos de cocción que permitan preparar una exquisitez de forma saludable. En vez de freír y consumir tanta grasa; se puede disfrutar comidas en estofado, a la parrilla,  horneadas o al vapor. Si la opción es una fritura; se eliminará el exceso de grasa con una toalla absorbente, o se podrá quitar la piel  al pollo o la grasa externa a las carnes  y de esta manea lograr eliminar el exceso de grasa.
Las ensaladas serán otra buena decisión a la hora de elegir el menú, ya que  ofrecen la oportunidad de elevar su valor nutricional. Existen variedad de ensaladas y  posibilidades de insumos a utilizar además de la versatilidad de la  lechuga, tomate y cebolla, que son ingredientes clásicos de una ensalada mixta. Ahora  queda buscar otros componentes,  pero cuidando de elegir los más frescos. La vinagreta será una excelente  opción o  los aderezos bajos en grasa
Los postres son  sumamente esperados y apetecidos en un menú. También se podrán elegir  los preparados  con yogurt, leche descremada, cantidad mínima de azúcar o claras de huevo en lugar de huevos enteros. Existen inmensas posibilidades de presentar un delicioso  postre para quitarse el deseo por comer algo agradable al final de la comida; el secreto estará en prepararlos con esmero, presentarlos atractivamente y con gusto.
La dieta balanceada es fundamental, pero  estará alejada de ser una privación por comer algo apetitoso y sabroso. Por consiguiente, siempre existirá  una mejor opción al momento de preparar los alimentos para comer sanamente!