lunes, 13 de mayo de 2013

Las irresistibles manías. Columna Regaliz, Siglo 21



Las manías son semillas comestibles y constituyen una excelente fuente d
e proteínas de origen vegetal. Crecen dentro de una vaina, por lo que son una legumbre, aunque por su inclusión dentro de la cocina, en muchos casos es considerada una nuez.

Son ricas en aceites y poseen todos los nutrientes que se encuentran en los frutos secos y resultan ser sumamente nutritivas por su alto contenido proteínico, de grasas y de vitaminas. Presentan importantes beneficios para la salud, pero a la vez, debido a sus proteínas, pueden generar alergias, por lo que se debe tener cuidado con su consumo.

Es un producto abundante y económico, que bien vale la pena incluirlo en la dieta. Permite ser consumida simplemente tostada o frita, pero siempre será más saludable si se tuesta en lugar de freír para evitar la grasa saturada. Para su consumo, rocíe con limón para que le aporte frescura y procurar en lo posible no agregarle sal. Cabe mencionar a su vez a las bien gustadas manías garrapiñadas que son preparadas con azúcar, agua, perfumadas con vainilla y cocinadas a temperaturas altas. 

La mantequilla de maní es una delicia al paladar, es preparada a partir de las manías tostadas y molidas, y se utiliza para untar pan para la merienda. La manía, es sumamente apreciada en la gastronomía, porque además de degustarse por sí misma, aporta sabor y consistencia a salsas o diversas preparaciones, idealmente mezclada con vinagre de arroz, salsa soya, jengibre o ajo. Asimismo se incluye el aceite de maní en diversos platos a aderezos, porque ofrece la ventaja que soporta altas temperaturas lo cual lo hace apto para las frituras. Posee un sabor dulzón y suave, por lo que realza las ensaladas al potenciar el sabor de los vegetales. 

Su versatilidad permite que sea incluida, a su vez, en platillos dulces como salados y combina bien con el arroz o el pollo, o en salsas para acompañar vegetales o aves. Otra forma agradable de utilizarla es como decoración de las comidas.

En cuanto a su conservación, debido a su alto contenido en grasas, se enrancian fácilmente, por lo que se recomienda guardarlas con cáscara y en un recipiente hermético, ¡aunque son tan sabrosas que difícilmente durarán en el frasco!

Publicado por: Euda Morales

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