miércoles, 17 de octubre de 2012

El placer de comer. Columna Regaliz, Siglo 21



Cada momento  en que se sale a comer, representa niveles de interés distintos para cada comensal. Está bien sabido que cada día mayor número de personas comen fuera de casa por razones de conveniencia y principalmente por falta de tiempo. Esto convierte la experiencia en una necesidad, pero el placer será alcanzado si el servicio recibido es pronto, los precios son razonables y las comidas ofrecen sabores caseros. 

Asimismo, existe el placer de salir a comer para compartir en familia o por una razón social, por lo que se seleccionará un lugar que haga sentir a gusto, que satisfaga los gustos del núcleo familiar y de amigos, posiblemente a través de una opción de porciones abundantes a precios razonables; pero también existe el grupo de personas que buscan el placer de comer bien, que seleccionan comidas apetecibles, platillos únicos cuya su escogencia incluye un restaurante con cierto nombre y un servicio óptimo.

El nivel de calidad es relativo de  forma individual y según el nivel de exigencias. De esta manera entra en juego un componente subjetivo con una distinción marcada entre los productos, en este caso la comida y los servicios recibidos como una respuesta intangible.
Dicho esto podemos continuar afirmando que la medición de la calidad en los productos resulta más fácil que en los servicios, pero en su conjunto tiene que dar una respuesta que llene las expectativas del comensal.

Cada persona buscará satisfacerse más allá de cubrir la necesidad de comer. Buscará un lugar en el que podrá quedar complacida con una comida que sustente, pero faltaría la creatividad en la presentación y el servicio. Algo tan simple donde el restaurante pueda hacer sentir especial a quien se le ha brindado un servicio excelente con platos buenos y con la justa cantidad para que satisfaga.

Por lo tanto se espera que la calidad esté siempre en función de las expectativas y relacionada con sus necesidades. La comida refleja una calidad pero el servicio la complementa. De ahí que se diga que un platillo podrá cambiarse con un buen servicio…
Publicado por: Euda Morales http://www.s21.com.gt/node/284144

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