domingo, 29 de enero de 2012

Orégano, aromático e intenso


Orégano, aromático e intenso
El significado de la palabra orégano viene del griego oros, montaña y ganos: que  podría indicar la “alegría de la montaña”  y por lo tanto describe la imagen del campo donde crece esta hierba muy versátil dentro de la gastronomía.

El orégano es  una hierba aromática,  de sabor ligeramente amargo, que permite utilizar  tanto las hojas frescas como secas, la forma más utilizada y que al incluirse de esta manera proporcionará un gusto y aroma más intenso.  Es usada principalmente en la gastronomía italiana, en las  preparaciones de pastas o en los platos con toques picantes y aún en la pizza donde se espolvorea al final, pero también condimenta en otras cocinas.

Esta hierba perfuma platillos con salsas, principalmente a base  de tomate, pero también se agrega  a caldos,  adobos y  realza perfectamente  el sabor de las carnes, las preparaciones  con  huevos, o quesos o  verduras  o pescados. Una sencilla receta para realzar el sabor del pescado consiste en mezclar orégano, limón y aceite de oliva.

Un poco de orégano pulverizado en el  guacamol le aportará un sabor más fragante. A su vez brindará un gusto especial a las ensaladas, e incluso se podría aportar colorido con la inclusión de sus flores. Los infaltables escabeches o encurtidos también lo utilizan, o bien podría aromatizar el aceite de oliva con una ramita de orégano.

En algunas ocasiones se tiende a confundir con la mejorana, pero ésta tiene un gusto más dulce y suave mientras que el orégano, considerado una variedad silvestre de la mejorana, tiene un sabor picante y más pronunciado.
                                                                                    
Ante la pregunta del mejor momento para agregarlo a la comida, éste permite utilizarse desde el principio de la cocción y combina bien con el romero, la salvia, el tomillo o el perejil.

Como cualquier condimento, el secreto estará  en emplear el orégano en su justa medida para que realce  la comida, sin esconder el verdadero sabor de ésta.

viernes, 27 de enero de 2012

Recetas sopas de frijol

Sopa de frijol con chicharrón
Rinde: 4 porciones

Horacio Martínez y Ricardo Ubico
Ingredientes
1 libra frijol negro
1 tallo de cebolla
6 dientes ajo
1 cebolla pequeña
2 tomates
½ cerveza
Sal al gusto
½ cucharadita orégano
4 onzas chicharrón
Chile en escabeche.

Preparación
Cocinar el frijol con un tallo de cebolla y 5 dientes de ajo.
Licuar media taza de frijol cocido con 3 tazas de caldo de frijol.
Dorar en aceite caliente la cebolla, un diente ajo, tomate.
Incorporar el resto de frijol con su caldo y la cerveza.
Condimentar con sal y orégano.
Picar el chicharrón, pasarlo por vinagre e incorporar a la sopa
Dejar cocinar a fuego lento hasta que espese la sopa.
Servir la sopa con el chicharrón y chile en escabeche.

Horacio Martínez y Ricardo Ubico














Sopa pavesa de frijol
 Rinde: 4 porciones                                                                      

Ingredientes
1 libra frijol
2 cucharas aceite
1 cebolla pequeña
2 dientes ajo
2 tomates
Sal y pimienta al gusto
1 rama apasote
1 Cucharada salsa inglesa
6 rodajas pan sándwich
6 huevos
2 cuchara queso duro

Preparación
Cocinar el frijol hasta que esté suave.
Licuar y utilizar el caldo de frijol para completar  7 tazas.
Dorar en aceite la cebolla y ajo picado.
Incorporar el tomate picado.
Agregar el frijol colado
Condimentar con sal, pimienta y apasote.
Agregar la salsa inglesa.
En un sartén dorar en aceite una rodaja de pan.
Colocar un huevo para hacerlo estrellado.
Servir con el caldo de frijol encima y espolvorear con queso duro y cebolla picada.

Horacio Matínez y Ricardo Ubico
Sopa de frijol con chorizo

Ingredientes
1 taza frijol cocido
4 tazas caldo de frijol
4 onzas chorizo
1 cebolla pequeña
1 diente ajo
2 tomates
2 tazas caldo de pollo
1 rama culantro
Sal y pimienta al gusto
4 onzas queso fresco
4 tortillas de maíz

Preparación
Licuar los frijoles cocinados y el caldo de frijol.
Freír en su misma grasa  el chorizo en rodajas.
Retirar el exceso de grasa y dorar la cebolla, el ajo y el tomate picados.
Incorporar el frijol licuado, el caldo de pollo y el culantro.
Condimentar con sal y pimienta.
Servir la sopa en platos hondos, agregar frijol parado, queso fresco rallado y decorar con tortilla en tiras frita.

Publicado por: Euda Morales. Sección Cocina, Nuestro Diario.

martes, 24 de enero de 2012

Frijol, básico en la dieta guatemalteca


Se podría decir que el frijol está presente en cualquier tiempo de comida en la dieta del guatemalteco, por lo que en este país es difícil prescindir de tan particular platillo. Un dato interesante es que el frijol negro en conjunto con el maíz y la calabraza son los tres ingredientes pilares de gastronomía guatemalteca desde sus orígenes y se siguen incluyendo hoy día.
Los orígenes del nombre indican que el frijol se llamaba phaseolos en griego, se convirtió en fascolus en latín, pasó por freixó en romance gallego y se estableció como frijol en español.

Para conocer sobre su clasificación como producto alimenticio, éste se  incluyen entre las legumbres, de manera que el término legumbre designa a los  frutos que se encuentran en el interior de una vaina y son leguminosas las plantas donde crecen  estos frutos.  Cabe mencionar que las legumbres son consideradas una alternativa barata de la carne, por su valor proteínico, además de  permitir ser preparadas de diferentes maneras.

El frijol fue domesticado en el Nuevo Mundo y logró ser un aporte importante en la alimentación, ya que en conjunto con el maíz procesado ofrece los elementos proteínicos necesarios para el hombre dedicado al trabajo, pero resulta insuficiente para las mujeres lactantes o para los niños pequeños. Se conoce una inmensa variedad de frijoles y se cultiva en toda América, por lo que sus usos y recetas son variados.

La mayoría de los frijoles se emplean al estar maduros y secos, por lo que al comprarlos conviene elegir los que estén enteros, que posean un color y tamaño uniforme, pero habrá que evitar los que estén tiernos, arrugados o picados por los insectos.

 Antes de su preparación, se dejan en remojo en suficiente agua a una proporción de tres a  cuatro veces su volumen de agua y durante por lo menos cuatro horas. De esta manera recuperan parte del agua que han perdido y se reduce  a su vez el tiempo de cocción. Antes de cocinarlos, se cambia el agua y con esto se logra la disminución de la flatulencia; porque en algunas personas sensibles el consumo de frijoles podría causar flatulencia.

Para cocinar el frijol, se cubre con agua fría,  para aromatizar se agrega tallos de cebolla y ajo, se deja hervir, luego se baja el fuego y se cocina a fuego lento. También se puede acortar el tiempo de cocción al cocinar en olla de presión.  Para preparar frijoles colados,  después de cocidos, se licua perfectamente, se cuela y se fríe en cebolla, de preferencia cebolla morada picada. Se procurara agregar una parte de frijol, al hervir se agrega otra cantidad de frijol y así sucesivamente. Se sazona con sal.  Algunas  especias que combinan con frijol son el tomillo, el orégano, el comino. Se comen colados, que son licuados, parados con los granos de frijol entero o parados que es una especie de puré espeso. 

Otra forma  sencilla de preparación es en sopa simple de frijol con algunos frijoles enteros o  con trocitos de chicharrón o con crotones o en pavesa de frijol, que lleva pan, huevo hervido y el caldo de frijol. A su vez se preaparan tamales con frijol o atol que es una bebida caliente con frijol en grano.  En fin, diversas opciones, según los gustos personales.

domingo, 22 de enero de 2012

Ossobuco con Gremolata a la Milanesa Por: Mario Caramella- Presidente del GVCI


Receta Ossobuco                                                                            


Ossobuco, Chef Giuseppe Atzori- Hotel Vista Real
 Para el ossobuco
4 ossobucos o jarretes de ternera cortados en trozos de 4 a 5cm de ancho y 9 a 10 cm de largo
100g apio brunoise
100g zanahorias brunoise
100 g cebollas picadas
200g mantequilla
800 ml caldo vacuno
300 ml vino blanco
120 g prosciutto di Parma DOP, con grasa y cortado en dados
200 g tomates pelados y picados
150ml aceite de oliva extra virgen

Ossobuco. Chef Byron Anzueto -Club Italiano














Para la Gremolata                                                                   
3g cáscara limón brunoise
6 g ramas perejil italiano picado
3 g dientes ajo pelados y picados
Sal y pimienta blanca

Método
1.       Colocar la mitad del aceite y la mantequilla en una olla a calentar sobre una llama media, sazonar la carne y colocar en olla una vez caliente. Dorar 5 minutos de cada lado.
2.       Remover la carne y apartar.
3.       Quitar el exceso de grasa, agregar el resto de la mantequilla y el aceite de oliva en la misma olla y agregar las zanahorias, el prosciutto di Parma, el apio y la cebolla.
4.       Saltear sobre fuego mínimo hasta que estén tiernos.
5.       Aumentar el fuego.
6.       Agregar el vino y reducir hasta que se haya evaporado casi por completo.
7.       Agregar el tomate y el caldo de carne y llevarlo a hervor.
8.       Colocar la carne en la olla con cuidado, los vegetales y el caldo sobre la carne. El líquido deberá cubrir la carne, si no es así, agregar más caldo.
9.       La carne deberá entrar justo en la olla, y ésta no deberá ser muy grande o la preparación terminará siendo demasiado líquida.
10.   Cubrir la olla con papel de aluminio y colocar en un horno precalentado a 180°C. Continuar la cocción por 2 horas.
11.   Remover el papel de aluminio en los últimos 30 minutos de la cocción para que la superficie de la carne caramelice.
12.   Mientras tanto, preparar la gremolata mezclando la piel de limón cortada en brunoise con el ajo y el perejil picados.
13.   La carne estará tierna como para ser comida con un tenedor y el tuétano o caracú, bien cocido, desarrollará una textura untuosa de incomparable sabor.
14.   Para servir, colocar en un bowl caliente.
15.   Remover el exceso de aceite de la salsa, agregar caldo vacuno si fuera necesario, llevar a un hervor. Ajustar la sazón y colocar la salsa por encima de la carne.
16.   Espolvorear la gremolata sobre el plato y servir inmediatamente.